Los orishas (singular: orisha) son espíritus que desempeñan un papel fundamental en la religión yoruba de África occidental y en varias religiones de la diáspora africana que derivan de ella, como la santería cubana y puertorriqueña y el candomblé brasileño. La grafía preferida varía según la lengua de que se trate: òrìṣà es la grafía en lengua yoruba, orisha, orishá, orixá u orichá la utilizada en los países de habla hispana, y orixá en portugués.[1]
Según las enseñanzas de estas religiones, los orishas son espíritus enviados por el creador supremo, Olodumare, para asistir a la humanidad y enseñarle a tener éxito en la Ayé (Tierra). Arraigados en la religión nativa del pueblo yoruba, se dice que la mayoría de los orishas existieron previamente en el òrún - el mundo espiritual - y luego se convirtieron en Irúnmọlẹ̀ - espíritus o seres divinos encarnados como humanos en la Tierra. Los Irúnmole adoptaron una identidad humana y vivieron como humanos ordinarios en el mundo físico, pero como tenían su origen en lo divino, tenían una gran sabiduría y poder en el momento de su creación.
Algunos creyentes y practicantes de la religión de Ifá, donde se origina el sistema del panteón de orishas, creen que los orishas son una clase diferente de seres divinos que se deificaron, divinizaron o transformaron tras su salida de su estado humano en la Tierra. Estos practicantes creen que los orishas fueron seres humanos ordinarios que fueron deificados tras su muerte debido a las vidas que llevaron, su destacado crecimiento espiritual y las extraordinarias hazañas realizadas en sus vidas mientras estaban en la Tierra.
Los orishas llegaron a América como resultado del comercio de esclavos en el Atlántico y ahora se expresan en prácticas tan variadas como la santería, el candomblé, el orisha Trinidad, la umbanda y el oyotunji, entre otras. El concepto de òrìṣà es similar al de las deidades en las religiones tradicionales del pueblo Bini del Estado de Edo, en el sur de Nigeria, el pueblo Ewé de Benín, Ghana y Togo, y el pueblo Fon de Benín.